Día Mundial del Alzheimer.
Con motivo de la celebración del día mundial del Alzheimer, 21 de septiembre, nuestra Terapeuta Ocupacional Mª Pilar Liria, ha escrito el siguiente artículo en el que explica la enfermedad de alzheimer y cómo trabajamos en la residencia con éstos enfermos.
“Cuando una persona padece la enfermedad de alzheimer vive diferentes etapas en las que se ponen de manifiesto su deterioro progresivo. Experimenta desorientación, problemas de memoria a corto plazo, dificultad en el lenguaje, dificultad para reconocer a personas de su entorno,… entre otras muchas vivencias. Progresivamente, el entorno de esta persona se da cuenta de que esos cambios en ella no se limitan a meros despistes, sino que abarcan una problemática con la que tendrán que convivir e intentar aceptar. Tendrán que aprender a convivir con el Alzheimer.
Tenemos claro que no podemos cambiar este proceso, pero sí podemos hacerlo llevadero, aprendiendo a vivirlo con una actitud lo más positiva posible y trabajando por experiementar cada fase optimizando la independencia de esa persona.
Nuestro trabajo y el mío en concreto, como terapeuta ocupacional, se basa en unos objetivos claros:
– Mantener la independencia en las AVD (actividades de la vida diaria) dentro de lo posible, en cada una de las fases de la enfermedad.
– Potenciar el bienestar biopsicosocial al sentir que se tiene protagonismo en su propia vida, aún estando enfermo.
Para lograr esos objetivos, trabajo con estas personas con Alzheimer en conjunto con el equipo multidisciplinar de la residencia (Auxiliares, DUE, Médico, Trabajador Social, Fisioterapeuta), a través de programas de actividades adaptados a las capacidades/ limitaciones con las que en cada fase cuentan estos enfermos:
En las fases iniciales:
– Participación en las AVD (aseo/baño, arreglo, vestido, traslados cama/sillon, uso del wc, control de esfínteres, deambulación, salvar escalones, uso de los cubiertos durante la alimentación,…) siempre bajo la supervisión de la Auxiliar de Geriatría, prestando la ayuda necesaria según las capacidades/dificultades manifestadas en cada fase.
– Estimulación cognitiva, con actividades enfocadas a trabajar la atención, la memoria, el lenguaje, el razonamiento, el cálculo,…
– Gerontogimnasia, con ejercicios destinados a mover las distintas articulaciones del cuerpo de forma activa, estiramientos,….
– Taller de AVD en el que se trabaja de manera más individualizada con actividades destinadas al manejo de cubiertos, al arreglo personal,…
– Rehabilitación física y funcional, con diferentes técnicas destinadas a la mejora o el mantenimiento de las capacidades físicas.
– Laborterapia, implicándose en realizar trabajos significativos, trabajando capacidades físicas y cognitivas.
– Juegos recreativos.
En fases severas:
– Psicomotricidad pasiva, con ejercicios destinados a mover las distintas articulaciones del cuerpo de forma pasiva.
– Musicoterapia, logrando reacciones a estímulos a través del uso de la música.
En ambas fases y valorando cada caso en particular, estando enfocadas a fomentar el disfrute, las relaciones con el entorno y con los demás:
– Salidas al jardín durante el buen tiempo.
– Celebración de festividades/ cumpleaños.
Con todo ello, pretendemos que estos enfermos convivan con esta situación manteniendo su identidad y protagonismo en sus vidas en la medida de lo posible y haciéndolo sintiéndose estimados y apreciados por los demás: porque la memoria emocional la tienen a flor de piel y porque debemos recordar…..que una persona puede olvidar quién eres, pero no como le hiciste sentir”.
Por último me queda añadir que como terapeuta ocupacional siento una gran satisfacción por acompañar en este camino hacia el olvido a estas personas, potenciando al máximo la dignidad humana de cada una de ellas.
Mª DEL PILAR LIRIA MAGDALENO.
Terapeuta Ocupacional.